
Los Culuncos

Los culuncos, vestigios de la época de los yumbos entre 1.000 d.C. y el siglo XVII, representan la mayor atracción turística de la región y una de las motivaciones principales de la ONG Maquipucuna para incentivar el proyecto de turismo. Se trata de senderos en forma de trincheras usados por los yumbos para actividades de comercio, como la extracción e intercambio de madera con los habitantes de San roque y el transporte de licores producidos en regiones como Nanegalito, Nanegal o Palmitopamba.
Esta tradición continuaba hasta los tiempos de la prohibición en el siglo XX cuando los arrieros cargaban el licor en tanques a la espalda o en animales para ganar un sucre por litro en la venta ilegal.
Después de la colonización del área entre 1895 y 1905, los yunguillenses se dedicaban a la ganadería, la agricultura, al tráfico de licores y la tala de bosque. Igual a los yumbos, vendían la madera como materia prima o producían carbón para abastecer a las ciudades de Quito y Calacalí. Se extraía aproximadamente entre 200 y 250 sacos de carbón por semana, lo que condujo a fuertes problemas ambientales como la contaminación de los ríos Umachaca y Santa Rosa y la deforestación de la región.
La presencia de los culuncos sirvió como una posible atracción turística para sustituir los ingresos por la tala del bosque. Este retorno y enfoque al patrimonio de la comunidad es indispensable para el turismo en general.
